Sufro insomnio. Aunque el año pasado, más o menos a mitad de octubre tuve un cambio de casa y mi insomnio se agravó. No dormía casi.
Los ojos abiertos como platos y mi cabeza sin parar de dar vueltas. Necesitaba viajar, pero el dinero y el tiempo eran un problema.
Un domingo me levanté muy temprano. Me vestí y salí a la calle.
Madrid, invierno, domingo 30 de octubre a las 7;30 a.m. y yo con los labios pintados y la música en mis oídos, dejándome llevar por mis pies...
...
De repente vi una mujer sentada en la Plaza de los Carros de La Latina.
Agarraba su bolso con fuerza. Y algo, no puedo explicar bien qué fue, me hizo acercarme.
Al acercarme, ella me sonrió.
-Perdone, ¿puedo hacerle una foto?
-¿A mi?
-Si.
-¿Porqué?
-Por que me parece preciosa.
-Ay hija, yo soy muy vieja, tengo muchas arrugas y es muy temprano.
-Es usted maravillosa y me encantan sus arrugas.
Risas.
- Vale, hija pues hazme una foto.
-¿Es usted de por aquí?
- Si, vivo aquí cerca.
- ¿Es de Madrid?
- Si, soy gata, gata.
Le dí las gracias por su generosidad.
Ésta vez no le pregunté el nombre y tenía vergüenza de hablar más con ella...
Éste fue el principio de mis domingos. Se convirtió en una maravillosa costumbre.
Cada domingo, muy temprano, salía y hacía fotos a Madrid y a la gente que encontraba..
Comencé a preguntarles, y sorprendentemente hablaban conmigo.
Historias de Madrid.
Historias de personas que comparten mi ciudad.
Historias que me han hecho y me hacen viajar cada domingo.
Ella, a la que no he vuelto a ver, fue mi primera preciosa persona.
A ella tengo que agradecerle su sonrisa y su mirada generosa.
A ella le dedico este blog que lo único que pretende es poner en pie las historias que me han contado y que no caigan en el olvido.
Ese frío domingo ella fue mi primera PRECIOSA PERSONA.