Ese día no tenía muchas ganas de hacer fotos. Comencé a fotografiar los árboles, el lago... pero justo antes de irme les vi..
Estaban sentados. Con las manos entrelazadas. Sonriendo y hablando, pero sin mirarse. Ella con gafas de sol grandes, él con sombrero y chupa de cuero.
Yo: Hola, perdonar que os interrumpa... pero necesito deciros que me encanta que os deis la mano.
Pedro: ¿eres muy romántica, no?
Petra: (se rie) Uy hija, eso no se lleva ahora, es una pena.
Pedro: pero siéntate.
Ella me hace un hueco y comenzamos a hablar.
Pedro y Petra. 84 y 82. Petra y Pedro. Cordobesa y Malagueño.
Pedro ha trabajado en la hostelería toda su vida, en los mejores hoteles de Madrid y me cuenta que ha conocido, entre otros, a Ava Gardner.
Pedro: Fue en el Ritz. ¡Era guapísima!
Después montó su propio restaurante, cerca del Palacio Real, donde han trabajado sus 6 hijos y su mujer.
Petra: ¿y tú? ¿eres fotógrafa?
Yo: No, soy actriz.
Petra: Actriz, qué bien. ¿te gusta?
Yo: si, mucho.
Pedro: Nosotros tenemos una hija también artista. Es pintora.
Yo: ¿Si? ¿pero ya no tenéis el restaurante?
Pedro: No hija, ya hemos trabajado mucho. Y nuestros hijos tienen sus propias carreras y no quieren hostelería.
Petra: Es muy duro, y ha sido muy duro y hemos trabajado mucho, ya es hora de descansar.
Yo: Claro. Pues mi madre se llama Petra. Me encanta ese nombre.
Petra: ¿si? pues a mi no me gusta.
Pedro: A mi si.
Ella se rie y le mira, es la primera vez que se miran porque están pendientes de mi, en ese momento veo la complicidad de los años compartidos y el cariño que se tienen.
Pedro: nosotros somos primos.
Yo. ¿primos?
Petra: si, primos lejanos.
Yo: ¿y cuánto lleváis casados?
Pedro: Uy, más de 60 años.
Petra: 64 años y tenemos 6 hijos, 4 hembras y dos chicos.
Yo: ¿6 hijos?
Petra: si, hija.
Pedro: Es esa época trabajaba mucho.
Ante esa respuesta comenzamos a reírnos los tres. La conversación siguió un rato más y en un momento determinado les pedí hacerles una foto, a lo que ellos se prestaron encantados.
Ella se colocó y le soltó la mano,
Yo: ¡No por favor cogeros de la mano!
Pedro: ¡Qué romántica eres Yolanda!
Terminamos intercambiando los teléfonos y me llevé una invitación para comer en su casa que estaban reformando. ¿Se puede ser más bonitos?
#Madrid y las preciosas personas que lo habitan.